martes, 16 de noviembre de 2010

AL SON, SON

(A mi nieto Marcos)

Al son, son de la vida
llegaste pequeña criatura
regalándonos una sonrisa
y fuiste ese día como la suave brisa
que despertaba un bello amanecer.

Al son, son del viento
los ruiseñores te daban la bienvenida
cantando dulces melodías
que te hacían adormecer.

Al son, son de la vida
llegaste para decir a una madre
que estaba triste y dolorida:
“¡Madre no sufras!, que la llama del Amor no se apagó
y serás para mí,
mi Vida, un poema, una canción.


Fdo. Tu abuela: Antonia Caballero

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