lunes, 31 de mayo de 2010

A MI AMADA TIERRA

A MI AMADA TIERRA
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Por azares de la vida
vivo lejos de mi tierra.
¡Jamás en mi corazón anida
un olvido; ni en mi mente
se cobija la niebla,
que borra el camino,
que borra el recuerdo
que hacia ella me lleva…!

¡No quiero olvidar la senda
que me conduce hasta ella!

¡No quiero vivir ausente,
lejos de mi amada tierra…!

Su recuerdo está presente
y mi intimidad se quiebra,
en todo momento y siempre
que despiertan su querella:
Aromas de monte y vega,
murmullos con brisas de mar
y los picos de la sierra.
Las puestas de sol, sin par,
con colores en su cielo,
que forman un bello lienzo
de textura sin igual
y justifican mi anhelo.

¡Belleza tan singular
que serena mi desvelo,
cuando puedo contemplar
sus cuadros de terciopelo…!

¡En mis tiempos de silencio,
presentes siempre yo tengo
la hermosa y bella Granada
y Torrenueva, mi pueblo,
como tierra , por mí amada,
como forma real de un sueño…!


A.Carrascosa.

13- 02- 2002

EN MI TEATRO DE ENSUEÑOS



EN MI TEATRO DE ENSUEÑOS


Yo paseo lentamente
por las calles de mi pueblo,
sin agobios de la gente,
en los meses del invierno.

En mi caminar, paciente,
acuden con el silencio,
renacen en el presente,
las nostalgias y los sueños.

Son escenas que, en mi mente,
evocan viejos recuerdos,
de tardes con mar serena,
de puestas de sol poniente,
de barcos pescando cerca…

En recuerdo permanente
de aquellas casas, las calles
de aquel pueblo, ya ausente,
de los vecinos aquellos…
Mi tributo reverente
yo le ofrezco a todos ellos,
y el afecto más ferviente,
¡en mi teatro de ensueños…!

A. Carrascosa.

Miguelturra -03-06-06

lunes, 24 de mayo de 2010

!HÁBLALE DE LA LUZ DEL DÍA!




¿Has preguntado, a un ciego,
cuál es el mejor camino
que busca, con tanto anhelo,
y le hace ser peregrino?

¿Has preguntado a su alma
qué luz le ilumina,
cuando sólo él camina
con su mundo, a la espalda?

¿Acaso le has contado,
con serenidad y calma,
sentado junto a su lado,
cómo es la luz del alba?

¡Háblale, de la luz del dia!
¡Háblale, de la salida del sol!
¡Lleva a su corazón alegria
y dadle más cariño y amor!

¿Con paciencia le has hablado
de esas bonitas flores
que se visten de colores
y embellecen todo el prado?

¿No le has dicho, todavía,
cómo el campo sembrado
verdea, al mediodía,
su trigo, por todo el llano?

¡Cuéntale, cómo el pajarillo vuela
y posa alegre en la rama.!
¿Háblale de cuanto anhela,
y tú, dadle un beso...con todo el alma!

¡Dile que lleva un mensaje,
para el que escucha su hermoso canto.
Que vuela libre y salvaje,
por aquel monte y por este campo.!

¡Dile que la Sierra tiene
un vestido, todo blanco,
cuando se cubre de nieve,
y el Sol realza su encanto.!

¡Cuéntale cómo el agua pura
baja corriendo hasta el rio
y cómo ofrecen su hermosura
las flores, con el rocío.!

¡Cómo el agua de la Sierra
va regando todo el campo
y fecunda esta tierra
que, todos, queremos tanto.!
¡Tierra, que da vino y pan diario,
si el Hombre se hace Hermano,
si ayuda, con firme mano,
arando lo necesario.

¡Dile cuán hermosa es la mar.
Habla de los barcos que navegan
y, de las sirenas, el cantar
sobre las olas y brisas que llegan.!

¡Dadle tú la caracola,
y la ilusión de soñar.
Que su alma ya no esté sola,
que le vas a acompañar.!

¡Llévale al azul del cielo
y muéstrale sus estrellas.
Dile que todas son bellas,
que saben de su desvelo,
de sus cuitas y querellas.!

¿Entrégale tu amistad,
y un sincero corazón,
que le lleven ilusión
y alegría, de verdad...!
¡Ofrécele sinceramente
ser para él su buen amigo,
a quien busca ansiosamente
para hablar y reir contigo.!

¡Ayúdale a encontrar,
en el mar de su interior,
más felicidad y amor
y al Dios que le quiere amar...!

A.Carrascosa
La Zubia 16 de Mayo 2010

domingo, 16 de mayo de 2010

LA ZUBIA, ESE PUEBLO



Narración realizada por Don Manuel Molina Benitez, usuario de Guadalinfo, que nos trae recuerdos y aromas con esta bella narración, de La Zubia, en un mes de Mayo, cualquiera, cuando el era pequeño..GRACIAS MANOLO.

LA ZUBIA, ESE PUEBLO

Los recuerdos dormidos, pero no olvidados, de aquél pueblo en el que tuve la dicha de nacer, recuerdos de aquellos huertos verdes por sus hortalizas, sus manzanos, sus perales y sus cerezos; Cerezos que derramaban sobre las acequias circundantes a lo huertos sus rojos frutos, que como barcos pequeños a la deriva, navegaban sin rumbo, y la chiquillería como pequeños piratas golosos los atrapaban para degustar aquellos barquitos rojos que en las tardes de verano eran una delicia para el paladar. Recuerdo sin pena, pero sí con nostalgia y añoranza aquellas tardes de estío, cuando en los meses de verano y el calor más fuerte era, en la acequia gorda nos bañábamos, sin más ropa que la que nos había dado la madre naturaleza. Aparte de la pequeña congregación de niños que alborotaba y chapoteaba en el agua, también se bañaban las ranas, y alguna que otra pequeña culebra de agua;los pequeños animales esperaban escondidos pacientemente la marcha de aquellos gigantes tan ruidosos y usurpadores de su entorno y medio natural. Y todas estas vivencias se recuerdan con agrado y como tiempos lejanos; lejanos porque soy mayo; mayor, no es ser viejo, mayor es aquel que aún te puede enseñar muchas cosas, viejo es quién ya no enseña nada . En La Zubia, en el mes de mayo, cuando las celindas, las rosas y claveles inundaban con su olor las tardes frescas y suaves de la primavera, para dar paso a unas noches frescas y preñadas del olor de los muchos jazmines y galanes que, exuberantes crecían en sus jardines y huertas. El mes de mayo, en La Zubia, era especial el día de la cruz, el tres;y el dieciséis, las fiestas patronales, se celebraban estas fiestas con un mar de alegría y sencillez, en el día de la CRUZ era el día de la merienda más multitudinaria del pueblo, ese día todos marchaban al campo para comer un huevo cocido con habas verdes. SAN JUAN son las fiestas patronales eran los días de estreno,los menos, estrenaban algo y los otros se conformaban con que le plancharan la camisa y le dieran dos perras gordas; y todos tan contentos porque cuando no se tiene casi nada, y la vida te proporciona algo, todo es alegría contento y bienestar. Pero mayo, tenia muchas mas cosas por la estación que acaba de terminar mayo despierta con un cielo totalmente azul y un sol que luce distintopor la ausencia de contaminación, las tardes cálidas como cálida es la suave fragancia de las mil y una flor y no menos cálida la pequeña procesión que de muchachas adolescentes y algunas no tanto pero todas con la misma ilusión la de ofrecer a MARIA sus flores, su devoción y amor a la patrona LA VIRGEN DE LA ASUNCION a la que te ofrece su hombro cuando estas cansado para que apoyes tu cabeza. Y su manto en el que puedas depositar tus lágrimas y los suspiros producidos por la nostalgia y la añoranza de los tiempos pasados que tal vez no serian los mejores pero si los más bonitos porque eran los de un niño. Niño que eneste mes vivió un gran acontecimiento tan grande que jamas lo olvidará. En el transcurso de la vida podrá cambiar de ciudad, de país, de ideología tanto política como religiosa, pero lo que no olvidara nunca sera el día de su primera COMUNION. LA ZUBIA de aquellos días antes de que se embovedara el barranco, cuando aun existía el barranco sin embovedar con su caseta de arbitrios en el puente y su puesto de melones todos los veranos y acompañados del kiosco de ANTONIO con su pequeña fabrica de helados instalada en el mismo kiosco es decir, que era tienda y fabrica a la vez, cuanto daría yo por tener en mi poder aquella pequeña pero eficaz y eficiente fabrica. Aquel bombo atacado de hielo que sin parar así como un pobre loco daba y daba vueltas hasta que aquella hoya de leche que previamente habia sido pasteurizada y aromatizada en la casa, se iba poco a poco con la colaboración de Antonio, que con su pala de madera no cejaba en su labor ni un momento, hasta que la leche tomaba textura que el gran maestro consideraba era la adecuada. Y ya se habia realizado el milagro de la transformación de la leche en helado y me atrevo a decir milagro porque cuando en la tele ponen un reportaje de alguna fabrica de helados y yo recuerdo aquel artilugio en tono despreciativo sino en tono admirativo porque aquel bombo además de helados hacia milagros y los hacia de todos los sabores, de chocolate, vainilla, fresa, turrón y tuti-frutis. Los despachaba MARIA que era la mujer de ANTONIO, se ponía un delantal, tan blanco como la espuma de la leche que utilizaban para el helado. Ya no están aquí ninguno de los dos, nos dejaron hace tiempo, la muerte no nos arrebata a los seres queridos, sino que nos los guarda en el corazón, pero la vida, ha veces si que nos los quita y no podemos recuperarlos. Tenían tres hijos que se encargaban con las bicicletas de vender en los pueblos como Cajar y demás llegando hasta Huetor Vega, aquellas épocas eran en verdad muy duras y un constante luchar por la vida y la supervivencia, en la época de ferias con una caseta de tiro y unos pequeños columpios, comenzaba el peregrinar de esta familia que como errantes peregrinos deambulaban de pueblo en pueblo para acumular lo necesario y abastecerse de lo que necesitaban para poder pasar otro frío y largo invierno, cuando no podían salir a las ferias. Desgraciadamente uno de aquellos tres Hijos de este matrimonio también nos dejo a igual que sus padres. Desde aquí un recuerdo para ellos.